domingo, 11 de abril de 2021

PRIMERO ESCUCHAR: LUEGO YA LEEREMOS.... "LA CONCIENCIA FONOLOGICA"

Vamos hoy a adentrarnos un poco en un trastorno de aprendizaje muy común en nuestras aulas, la dislexia, la cual en muchas ocasiones pasa desapercibida ante la mirada de maestros o familiares. 

En mi trabajo son muchas las ocasiones en las que me derivan niños y niñas con dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura. El patrón de actuación de muchos de ellos es similar, alumnos de 2º o 3º de primaria cuyo nivel de lectura se encuentra por debajo de lo esperado para su edad y cuyas dificultades en el plano escrito son más que evidentes, siendo frecuentes los errores tan típicos de inversión, sustitución u omisión de letras o palabras.

Antes de nada, quiero recomendar dos lecturas que en mi caso me ha descubierto de verdad este trastorno y que sobre todo me ha hecho empatizar con los niños y con las familias. Los libros son los siguientes:

  • Dislexia, ni despiste ni pereza (2019) (Fernando Cuetos)
  • Superar la dislexia (2018) (Luz Rello)
                           

En ambos libros y tal como recogen otros autores, la dislexia es un trastorno que evidencia una serie de alteraciones en nuestro cerebro, tanto estructurales como funcionales. En esta entrada de hoy, quiero centrarme en las alteraciones fonológicas que presentan estos niños y que son el origen de las dificultades que vendrán posteriormente.

El problema de estos niños comienza con la percepción de los fonemas, es decir, con la percepción de los sonidos del lenguaje. Los niños disléxicos tienen dificultades en el procesamiento fonológico que engloba tres componentes:

  1. Conciencia fonológica, que es la capacidad para percibir y manipular los sonidos del habla.
  2. Memoria verbal a corto plazo o capacidad para retener estímulos verbales.
  3. Denominación rápida o capacidad de recuperar de manera rápida y automatizada nombres de estímulos visuales.
Evidentemente, como en todos los trastornos, no todos los niños con dislexia son iguales, ni presentan el mismo patrón de dificultades ni la misma intensidad de los mismos. Dependerá de muchos factores, tales como la estimulación temprana recibida, el ambiente socio-familiar..., de ahí que hablemos siempre de una gran heterogeneidad, es decir, cada niño es único, en sus barreras y potencialidades, no hablaremos de dislexia sino de disléxicos.

Pero hay algo común en casi todos, la falta de trabajo previo en los sonidos del lenguaje. Cuando observo a mis queridas maestras de educación infantil, que hacen un trabajo extraordinario, compruebo con pena como en muchas ocasiones aceleramos las etapas de adquisición de los niños en los diferentes aprendizajes. 

Concretamente, el aprendizaje de le lectoescritura, que se convierte casi en obsesión de maestros y familiares en esta etapa de educación infantil, se afronta en muchas veces como una sucesión de "letras" que tenemos que repasar en innumerables ocasiones, la gran mayoría de las veces de forma escrita, sin entender ni comprender el proceso de su adquisición.

Muchas dificultades comienzan precisamente en ese momento, muchos niños y niñas aprenden mal desde la base, priorizamos lo abstracto y nos olvidamos lo que debería ser el armazón de nuestra casa, por ello es tan importante aprender a ESCUCHAR, a vivenciar los sonidos, a discriminarlos, a compartirlos, en definitiva, a darle sentido a ese dibujo que llamamos luego letras.

Por ello, debemos plantearnos juegos y ejercicios tales como:

  • Contar sílabas: nombramos diversas palabras y aprendemos a segmentar los sonidos que las componen, en este caso a nivel de sílaba, daremos tantas palmas como sílabas tiene la palabra. En este caso trabajamos la conciencia silábica.
  • Palabras que empiezan por el sonido....: otro juego que planteamos a los niños es que piensen en palabras que comienzan por un determinado sonido.
  • Palabras que terminan por el sonido....: al igual que antes, hacemos el mismo juego pero buscando palabras que terminen en un determinado sonido.
  • Palabras que contienen un determinado sonido: sin especificar el lugar que ocupa el sonido en la palabra, podemos ofrecer también este juego a los niños.
  • Conteo de palabras en una oración: por medio de palmas, contamos la cantidad de palabras que hay en una frase, aquí ya trabajamos a nivel de palabra, es la conciencia léxica.
  • Deletreo: cuando la destreza de los niños sea mayor, podemos hacer ejercicios de deletreo de determinadas palabras, debemos mencionar que los niños con dislexia muestran muchas dificultades en este tipo de tareas.
Este tipo de tareas o actividades se deberían realizar tanto en el ámbito escolar como familiar, siempre en una dinámica de juego con el niño y ayudándonos de ayudas e indicadores visuales que faciliten la tarea y la hagan más intuitiva para el alumno.

Por ello, os animo a realizar estos ejercicios, todos los autores coinciden en la importancia de una atención temprana, si este trabajo que parece tan sencillo, se realizara con más intensidad, muchos de nuestros niños vivirían su aprendizaje como un proceso mucho más natural y con un mayor sentido.

Espero que os haya gustado, nos seguimos acompañando.




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