martes, 19 de julio de 2022

¿PODEMOS RETRASAR EL ENVEJECIMIENTO DE NUESTRO CEREBRO?

 


Llevaba un tiempo queriendo leer un libro de mi admirado Francisco Mora (doctor en medicina y neurociencia) llamado "¿Se puede retrasar el envejecimiento del cerebro? 12 claves" (Alianza editorial).


El tema central del escrito me pareció muy relevante e interesante, ya que después de leer a otros autores como Jesús Guillén, David Bueno o Begoña Ibarrola, tengo claros varios conceptos relativos al funcionamiento de nuestro cerebro y qué actividades y tareas podemos realizar para estimularlo y sacar un mejor rendimiento del mismo.

Evidentemente que a lo largo de nuestra vida hay un momento en que nuestro cerebro empieza a perder cierta funcionalidad, la pregunta que nos ocupa aquí tiene una sencilla respuesta, SI que podemos retrasar ese deterioro, la clave va a ser llevar a cabo un estilo de vida diferente, de tal manera que podamos optimizar el rendimiento y desarrollo de nuestro cerebro y lo que para mi es más importante, envejecer de una manera más plena y con una mejor calidad de vida.

El cerebro no envejece por la muerte de las neuronas que en él tenemos, más bien se producen cambios morfológicos y funcionales que empeoran su desempeño, sobre todo disminuyen las conexiones sinápticas de esas neuronas en determinadas zonas que ya no se utilizan tanto, y es que como dice Francisco Mora nuestro cerebro sigue siempre la siguiente máxima:

  • "LO QUE NO SE USA, SE PIERDE"
Cada vez somos más longevos, nuestra esperanza de vida cada vez es mayor y no es raro comprobar como muchos individuos son capaces de llegar hasta los 100 años, pero en ocasiones me pregunto si realmente merece la pena llegar a esa edad. Evidentemente la respuesta lógica sería que sí, cómo no vamos a querer vivir más, pero en mi opinión deberíamos llegar a esa edad, pero no de cualquier manera. Por ello creo tan importante cambiar estilos de vida, hábitos que realizamos todos los días, para que podamos llegar con una salud cerebral óptima a esos 100 años o más.

Hay un concepto importante que me gustaría detallar antes de pasar a las claves, es el de reserva cognitiva. Este es una especie de almacén que vamos acumulando a lo largo de la vida, a través de actividades físicas, mentales, sociales y con la aportación de la genética, que luego nos va a servir de mayores cuando las demandas intelectuales sean superiores a las capacidades que en ese momento tendremos, de ahí la importancia de trabajar desde pequeños esa estimulación correcta de nuestro cerebro e inculcar hábitos y estilos de vida saludables.

Vamos a ver de manera breve cuáles son las claves para retrasar ese envejecimiento del cerebro:

1. COMER MENOS. 

Se ha comprobado que comer menos cantidad de lo habitual favorece la protección ante el aumento de radicales libres que se producen en el envejecimiento. Además se ha comprobado que comer menos favorece el funcionamiento de ciertas regiones del cerebro como el hipocampo, tan importante para procesos como la memoria o la conexión entre neuronas. 
Evidentemente no hay dietas milagrosas que nos ayuden de manera explícita a esto, sí que hay alimentos que contienen nutrientes que afectan a la función cognitiva, como por ejemplo la ingesta de ácidos grasos omega-3 (pescados, nueces...), flavonoides (vino, cacao, té verde...), además cada persona en función de su gasto calórico deberá precisar una cantidad de comida diferente. Mora en su libro propone hacer esa ingesta de manera intermitente, comiendo un día de manera habitual y al día siguiente intentar reducir un 20% esa cantidad.

2. HACER EJERCICIO FÍSICO DE MANERA REGULAR. 

Hoy se sabe que hacer ejercicio de manera regular actúa como antioxidante en nuestro cuerpo, sobre todo hablamos de actividades aeróbicos, como andar o correr.
Todos necesitamos movernos, la actividad física favorece la plasticidad de nuestro cerebro, por tanto beneficia la capacidad de aprendizaje y no es o debería ser una actividad contemplada para la juventud, más bien es una tarea que deberíamos realizar toda la vida.
Por otro lado, es bueno como hemos dicho andar o correr, Mora recomienda algo muy interesante y que que se varíe los recorridos que hacemos, que no hagamos siempre lo mismo, ya que nuestro cerebro precisa estímulos nuevos que le hagan aprender y memorizar.

3. HACER EJERCICIO MENTAL TODOS LOS DIAS.

Hacer ejercicio mental es aprender y memorizar algo nuevo, por ello el autor nos recomienda tareas tales como aprender un idioma nuevo o aprender a tocar un instrumento musical. Hay un concepto importante que es el de la plasticidad cerebral, nuestro cerebro es capaz de aprender durante toda la vida, por ello debemos ofrecerle retos nuevos que nos saquen de nuestra zona de confort. Realizar tareas que ya dominamos de manera repetida tales como sumar, hacer sudokus o crucigramas es positivo, pero debemos ir más allá y trabajar contenidos novedosos, desde luego la tarea de aprender un idioma es la ideal, tengamos la edad que tengamos.

4. VIAJAR MUCHO.

Está en relación a lo dicho anteriormente, si no salimos de nuestro contexto habitual, nuestro cerebro no trabaja, o lo hace poco. El hecho de viajar hace que veamos lugares nuevos, tratemos con personas desconocidas..., estamos obligando a nuestro cerebro a aprender y memorizar, por tanto le obligamos a trabajar y actualizarse.

5. NO VIVIR SOLO.

En muchas ocasiones he leído que el hombre es un animal social, y como tal precisa del contacto con los demás y una interacción constante. El hecho de mantener unas adecuadas relaciones sociales repercute en nuestra salud mental, al contrario, la soledad, las malas relaciones sociales genera un estrés crónico en la persona repercutiendo de manera negativa en su salud y calidad de vida. Se ha comprobado científicamente como las interacciones sociales protegen al individuo de demencias tipo Alzheimer.

6. ADAPTARSE A LOS CAMBIOS SOCIALES.

Esta adaptación significa que nos debemos enfrentar constantemente a lo nuevo, a los cambios que se vayan produciendo para así no sentirnos aislados del mundo y de la sociedad en la que vivimos. Por ejemplo, en la actualidad es fundamental que nos embarquemos en todo lo que significa el mudo digital, es muy importante que nuestros mayores no tengan miedo a utilizar las herramientas digitales, aprender y memorizar, siempre es lo mismo.

7. VIVIR CON MENOS ESTRÉS.

En ocasiones vivimos inmersos en un estilo de vida estresante, donde todo transcurre a una velocidad demasiado acelerada, donde tenemos la sensación de no llegar nunca a nada creando un estado físico y mental agotador. Desde luego está más que demostrado los perjuicios que tiene este ritmo de vida en el funcionamiento de nuestro cuerpo en general y de nuestro cerebro en particular. Hacer ejercicio físico, mantener buenas interacciones sociales..., son claves también para reducir ese estrés crónico que en muchas ocasiones padecemos.

8. NO FUMAR.

No me voy a parar mucho en este punto, es evidente y conocido los efectos negativos que puede tener el consumo de tabaco en la salud de las personas. Lo que me parece interesante es que a pesar de haber fumado durante la juventud, el hecho de dejar de fumar en edades avanzadas repercute positivamente en el funcionamiento de nuestro cerebro, por tanto nunca es tarde para dejarlo.

9. DORMIR BIEN.

Otro aspecto lógico es el hecho de tener un sueño bueno y reparados. Durante el sueño segregamos una hormona llamada melatonina que es fundamental para el funcionamiento de nuestro cerebro. La segregación de esta hormona es muy sensible a la luz ambiental, por ello lograr dormir con la luz totalmente apagada, sin ningún tipo de estímulo visual es muy importante para que esta hormona haga su trabajo y podamos tener un sueño más profundo y reparador.

10. EVITAR EL APAGÓN EMOCIONAL.

Como decía Begoña Ibarrola en si libro "Aprendizaje emocionante", la emoción es el motor de nuestro cerebro, es la motivación que nos mueve a hacer cosas. Muchas personas mayores pierden esas ganas de hacer cosas, no quieren levantarse, prefieren no salir de casa, como dice Mora, comienzan a "apagarse". Por tanto debemos buscar nuevos retos, incentivos, mantener nuestras redes sociales, aprender cosas nuevas, que siempre tengamos una excusa para hacer y movernos.

11. DAR SENTIDO A LA VIDA CON AGRADECIMIENTO.

Ser agradecidos es un gesto muy hermoso, en este caso hablamos del hecho de devolver a los demás aquello que tenemos, nuestro tiempo, sentirnos útiles y ayudar a los demás, y esto es más importante cuando somos más mayores.

12. ALCANZAR LA FELICIDAD EN LAS PEQUEÑAS COSAS.

Cuando somos mayores ya hemos alcanzado muchos de los mayores placeres físicos y materiales a lo largo de la vida, por ello debemos dar más importancia a las pequeñas cosas que la vida nos ofrece, una sonrisa, un abrazo, una charla..., esa es la felicidad plena. 

Espero que os haya gustado.

Nos seguimos acompañando.

martes, 12 de julio de 2022

RECURSOS PARA REFLEXIONAR SOBRE LA DIVERSIDAD Y LA DIFERENCIA CON LOS NIÑOS





En esta entrada simplemente quiero compartir una serie de videos o imágenes que nos pueden ayudar a trabajar con los niños o adolescentes el valor de la diferencia, la diversidad de capacidades... Siempre desde la reflexión y el respeto, os animo a llevarlo a debate a las aulas, incluso para trabajarlo con los profesores, debemos cuestionarnos de manera continua y adaptar nuestras prácticas educativas a nuestros alumnos, que al fin y al cabo, son los verdaderos protagonistas de nuestras aulas. 

Espero que os guste:




















viernes, 8 de julio de 2022

IDEAS CLAVE SOBRE NEUROCIENCIA Y APRENDIZAJE: PAPEL DE LA MEMORIA, APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO Y LA REPETICIÓN.

En los últimos años ha irrumpido en el mundo de la educación una nueva "moda" o tendencia, es la aportación de la neurociencia al estudio de los procesos de aprendizaje, lo que hoy en día llamamos neuroeducación.

Evidentemente, los grandes avances en la tecnología nos han permitido conocer los mecanismos que regulan el funcionamiento de nuestro cerebro, que nos ha permitido conocerlo no solo anatómicamente sino funcionalmente. Aquí está la importancia de estos hallazgos, que seamos capaces de comprender cómo funciona nuestro cerebro y sobre todo qué prácticas podemos llevar a cabo para que pongamos en liza todo su potencial.

Antes de empezar a desgranar la entrada de hoy, recomiendo un libro y una autora muy interesante, Marta Portero Tresserra, psicóloga, experta en neurociencia y procesos de aprendizaje. Destacamos su publicación "10 ideas clave Neurociencia y educación. Aportaciones para el aula" Editorial Grao. 



Vamos a trabajar tres grandes ideas clave, cuya aplicación a los procesos de aprendizaje deberían ser tenidas en cuenta por todo maestro que trabaje ya sea con niños o adolescentes. 

1. ES MUY IMPORTANTE QUE EL ALUMNO FORME MEMORIAS DE AQUELLO QUE APRENDE.

La memoria es la huella del aprendizaje, el objetivo de todo maestro es que el alumno sea capaz de formar memorias estables y duraderas.

Tenemos que tener claro que a nuestro alrededor hay una gran cantidad de estímulos y de información disponible, a la cual accedemos a través de los diferentes canales sensoriales. 

Una práctica aconsejable es que cuando facilitamos la información a los alumnos, utilicemos el mayor número posible de canales sensoriales, por ejemplo, que utilicemos la presentación visual, apoyándola con un discurso oral y además permitiendo que el niño pueda manipular. De esta manera, aseguramos mucho más la transmisión de la información al alumnado.

Ese flujo de estímulos, de información que facilitamos al alumnado, pasa a un tipo de memoria que llamamos MEMORIA DE TRABAJO. Esta memoria va a ser muy importante en el proceso de retención y manejo de información, es una función ejecutiva clave de nuestro cerebro. Mucha de la información que llega a este tipo de memoria se pierde y olvida, pero otra pasa a nuestra MEMORIA A LARGO PLAZO (MLP), donde se produce una consolidación de la información en la memoria.

Cuando evocamos una información de la MLP la llevamos nuevamente a nuestra memoria de trabajo, formándose un circuito constante y permanente.

Para formar esas huellas estables en nuestra memoria, las dos ideas siguientes van a ser fundamentales, por un lado la importancia de realizar aprendizajes significativos en los alumnos y por otro el papel de la evaluación, a través de tareas tales como las prácticas distribuidas que veremos más adelante.

2. MOVILIZAR LOS CONOCIMIENTOS PREVIOS PARA LLEGAR A REALIZAR APRENDIZAJES SIGNIFICATIVOS.

La base del aprendizaje significativo es cuando el alumno es capaz de relacionar la nueva información con los conocimientos ya almacenados, es decir los conocimientos previos.

Por ello, una buena práctica docente nos tiene que llevar a movilizar los conocimientos previos de los alumnos, a ponerlos de manifiesto, no solo para el maestro, sino también para que el alumno sea consciente de su propio bagaje. El hecho de tener este conocimiento nos ayuda a predecir el rendimiento del alumnado y a modificar mis prácticas en el aula, tomando una serie de medidas que ajusten mejor  a la respuesta educativa del niño.

La manera de movilizar y poner de manifiesto estos conocimientos previos es muy sencilla, la idea es preguntarnos los siguiente:

  • ¿Qué sabemos sobre este tema?
  • ¿Qué dudamos?
  • ¿Qué nos falta saber?
  • ¿Qué recordamos?
  • ¿Con qué lo podemos relacionar?
Una idea para llevar a cabo esta práctica es a través de rutinas de pensamiento tales como el 1-2-3-Puente, que ya hemos visto en otras entradas de nuestro blog.

3. LA REPETICIÓN ES MUY IMPORTANTE PARA APRENDER.

La práctica es muy importante para el aprendizaje, lo consolida, pero debe ser una repetición con significado, con comprensión, no se trata de repetir de manera incansable y mecánica.

Proponemos un concepto importante como es la PRÁCTICA DISTRIBUIDA, esta práctica permite al docente facilitar la evocación de la información y prevenir el olvido. Por ejemplo, proponemos las siguientes tareas para llevarla a cabo:
  • Utilización de flashcards.
  • ¿Qué ideas clave recuerdas de la última clase?
  • Enumera 3 ideas importantes sobre el tema.
  • Explica a tus compañeros una idea trabajada durante la semana pasada.
  • Escribe todo lo que sabes sobre...
  • Utilizar imágenes para evocar ideas.
Estas prácticas se realizan sin que el niño o adolescente consulte nada, simplemente acudiendo a su memoria. 

Estas prácticas permiten medir aprendizajes, formar memorias más estables, evaluar conocimientos previos, detectar creencias erróneas, dar y recibir feedback y favorecer el proceso de metacognición en nuestros niños.

Es apasionante comprobar todas las implicaciones que nuestro cerebro tiene en el aprendizaje y aprender los diferentes mecanismos y estrategias que como docentes podemos llevar a cabo para sacar todo el potencial de nuestros niños, poder hacer un acompañamiento real, ajustado y solventar las dificultades que vayan apareciendo.

Espero que os haya gustado.

Nos seguimos acompañando.

jueves, 16 de junio de 2022

SIGNOS DE ALERTA EN LA DISLEXIA (INFANTIL-PRIMARIA-SECUNDARIA)

 Maestros, maestras, familias..., todos debemos poner el foco en las posibilidades educativas de nuestros niños y niñas, en sus potencialidades dentro de su proceso de enseñanza y aprendizaje. Este aspecto es muy importante, no centrarnos únicamente en el déficit o en la dificultad como un aspecto que "lastra" la evolución de los alumnos y que determinan en gran medida las posibilidades de cada uno dentro del sistema educativo y futuro laboral.

     <a href='https://www.freepik.es/fotos/ensenanza'>Foto de enseñanza creado por jcstudio - www.freepik.es</a>

En una formación a la que asistí recientemente nos hacía la siguiente cuestión:

¿NIÑOS DISLÉXICOS O NIÑOS CON DISLEXIA?

Me pareció una oportunidad que invita a la reflexión, que conlleva el poner el centro de interés en un lado u otro y pasa a considerar las posibilidades y evolución de nuestros niños con dificultades de aprendizaje.

En mi caso vi clara la respuesta, creo firmemente que el término adecuado son niños con dislexia, este trastorno no define al niño, no lo lastra, simplemente le acompaña. La idea es dotar al alumno de herramientas e instrumentos que minimicen el efecto de este acompañamiento, que haga su vida más fácil y funcional y que por supuesto no sea un "lastre" para su vida personal y profesional.

La labor de los maestros y los especialistas es fundamental, tanto en la respuesta como en el acompañamiento del niño, además del cuidado del aspecto emocional, ya que esa convivencia con el trastorno no siempre es fácil ni sencilla, porque además vivimos en un sistema educativo donde las dificultades en la lectura y la escritura son penalizadas de manera constante.

Por todo ello, la labor de identificación temprana de los rasgos que caracterizan este trastorno va a ser muy importante, no para etiquetar al niño, sino para organizar una adecuada respuesta educativa que se lleve a cabo de manera coordinada tanto en la escuela como en casa. Vamos a diferenciar los signos de alarma en tres etapas:

ETAPA EDUCACIÓN INFANTIL (2-6 AÑOS)

  • Errores fonéticos y/o fonológicos en el lenguaje expresivo (ej. casa-tasa).
  • Dificultades para manipular fonemas (juegos de omitir, añadir, buscar...).
  • Dificultad en memorizar y reproducir rimas.
  • Dificultad en aprender las letras, asociación fonema-grafema, unir los sonidos de las palabras.
  • Dificultades en aprender secuencias: días de la semana, contar números...
  • Dificultades en la denominación (colores, dibujos, letras, números...).

EDUCACIÓN PRIMARIA 

  • Lectura: mecánica lectora con errores (omite, sustituye...), comprensión lectora más preservada, sobre todo en los primeros cursos donde los textos son más sencillos.
  • Escritura: errores ortográficos naturales y arbitrarios, dificultades con la estructura de la redacción o los signos de puntuación.
  • Lenguaje oral: denominación, dificultad en aprender o reproducir palabras no familiares, problemas para realizar secuencias verbales (meses del año...).
EDUCACIÓN SECUNDARIA
  • Enlentecimiento lector (la precisión está más preservada).
  • Posible repercusión en la comprensión lectora.
  • Errores de ortografía arbitraria.
  • Dificultades en el redactado
  • Dificultades en la evocación de palabras.
  • Secuencias verbales no automatizadas.
La evolución de éstos síntomas varia con la edad, por ejemplo la ortografía natural o la precisión en la lectura mejoran, pero la comprensión, la velocidad lectora o la ortografía arbitraria empeoran. También esto se debe al hecho de una menor exigencia en los cursos iniciales.

Por tanto, todas aquellas personas que rodeamos al niño tenemos el deber de estar atentos a su evolución y dificultades, de tal manera que podamos identificar de manera temprana estos posibles signos de alarma y configurar así un plan o respuesta que hagan que el niño se vea acompañado de una posible dislexia pero que ésta no lo determine ni le marque de manera definitiva.

Un abrazo, nos seguimos acompañando.

martes, 12 de abril de 2022

MAMÁ, ¿ME QUIERES? (DISFUNCIÓN EMOCIONAL EN LOS TDAH)

 En otras entradas del blog, hemos hablado de las características de los alumnos con TDAH, de cómo detectarlos en las aulas o en ámbitos más domésticos, hemos visto también diversas vías de tratamiento, uno de ellos el farmacológico, quizá el más desconocido para la gran mayoría de las personas que trabajamos o que estamos en contacto con estos niños.

Hoy quiero hablaros de un tema que para mí es primordial en el tratamiento de estos niños con dificultades, se trata del CONTROL DE LAS EMOCIONES. En principio un niño con TDAH tiene un cuadro de síntomas que se convierten en trastorno cuando se produce una desadaptación del menor en diversos ámbitos. Generalmente hablamos de tres:

  • Escolar.
  • Social.
  • Comportamental.
Lo que ocurre es que en estos contextos, los niños con TDAH se ven demandados con una serie de retos que continuamente ponen a prueba sus funciones ejecutivas (planificación, control inhibitorio, memoria de trabajo, atención mantenida...). Estas demandas las hacemos pensando en dos aspectos:
  • Edad cronológica.
  • Capacidad intelectual.
Esto es un error, ya que no tenemos en cuenta las dificultades que tienen estos niños, estamos planteando retos y demandas que se encuentran por encima de sus posibilidades, lo que se debería tener en cuenta es el estado de madurez de sus funciones ejecutivas, y este hecho se obvia de manera constante.

Con lo cual, tenemos alumnos con una mala regulación emocional, una baja tolerancia a la frustración, con un alto grado de impulsividad en muchos casos, expuestos a una experiencia continua de fracaso e incomprensión, una bomba en toda regla.

Los deseos son los que activan nuestra maquinaria cerebral, se produce una activación emocional, que provoca que se produzcan una serie de pensamientos que generan en una respuesta, una acción, una decisión, qué hacer. En muchas ocasiones este proceso no es consciente, se produce de manera automática. Cuando somos capaces de tomar conciencia de todo este proceso, somos capaces de gobernarnos, entran en juego nuestras funciones ejecutivas. Aquí el niño con TDAH encuentra una gran dificultad.

Por tanto, las emociones no tienen control, se disparan en función de deseos internos o provocaciones del ambiente y provocan descargas neuroquímicas que conllevan respuestas fisiológicas ya aprendidas. Lo que podemos regular son nuestros sentimientos, no las emociones.

Los niños con TDAH tienen mucha dificultad en la acción inhibitoria inicial, están "secuestrados" por sus emociones.

Hay un deterioro emocional en estos chicos, los retos que les planteamos están alejados de sus competencias, les supone invertir mucho más esfuerzo y tiempo que a los demás, además normalmente con recompensas muy a largo plazo, por lo que estos niños finalmente abandonan con mucha frecuencia.

Ámbito escolar

Los retos que les proponemos están estandarizados, por edad cronológica, "es lo que deberían hacer". Ponemos a prueba de manera continua sus funciones ejecutivas, con tareas extensas, no conectadas a sus intereses, que les exige mucho tiempo y esfuerzo. Esto en contextos de tensión y cabreo, por parte de las familias o docentes que trabajan con estos niños de manera diaria). 
Por tanto, desprestigiamos su esfuerzo y penalizamos los resultados, no llegan a los retos planteados.

Muchas familias dicen "si no tuviéramos lo escolar, no tendríamos ni la mitad de los problemas". Lo importante es que a través de todas estas experiencias el niño aprende emocionalmente y lo registra en una memoria de emociones que todos tenemos, que además es muy compleja y no olvida. Lo que suele ocurrir es que el alumno activa acciones para minimizar el malestar que le genera la situación. En el caso de estos niños que viven contextos y situaciones de ansiedad, tienden a huir o evitar, utilizando la mentira o cualquier estrategia que se les ocurra. Esta respuesta suele tener consecuencias negativas (ej. castigo) y hace que todo se retroalimente en una especie de círculo vicioso.

Ámbito social

Muchos niños con TDAH tienen o buscan un perfil de liderazgo (por ejemplo, quieren imponer sus juegos), pero carecen de habilidades sociales, de liderazgo natural. Esto hace que tengan una serie de experiencias negativas que evidentemente dejan una huella emocional. 

Muchos niños TDAH cuando son adultos presentan comorbilidad con trastornos del estado de ánimo (ansiedad, depresión o estrés), ante experiencias de fracaso continuo. De ahí la frase que titula nuestra entrada: 
  • MAMA, ¿ME QUIERES?.
Hay un deterioro emocional evidente, un problema adaptativo en diversos contextos, que además reforzamos negativamente en muchos casos. Los niños muchas veces tienen la sensación de falta de afecto por parte de los demás, por ello es fundamental hacerles llegar de manera explícita lo mucho que les queremos, aunque estemos enfadados con ellos por algún motivo.

La conducta, el comportamiento es un síntoma, no es el problema, debajo hay un gran malestar emocional.

Lo importante es atender en primer lugar, qué cosas causan su comportamiento y cual es el nivel de deterioro emocional tienen estos niños, qué estilos de enseñanza hay en casa y en la escuela... No olvidemos que son chicos  que han recibido atribuciones negativas de manera constante por parte de la mayoría de las personas que les rodean, familia, profesores, iguales..., que han asumido un rol muy difícil de quitar.

Por tanto, cuando veamos a un niño con estas dificultades, no nos quedemos con la conducta, esa solo es la punta del iceberg, hay un malestar profundo debajo y no podemos contribuir a agrandarlo y empeorarlo. 

EMPATICEMOS Y AJUSTEMOS NUESTROS RETOS.

Nos seguimos acompañando, un abrazo.



¿PODEMOS RETRASAR EL ENVEJECIMIENTO DE NUESTRO CEREBRO?

  Llevaba un tiempo queriendo leer un libro de mi admirado Francisco Mora (doctor en medicina y neurociencia) llamado "¿Se puede retras...